MANSFIELD PARK Y UN TIRAMISÚ CASERO
Había sido el primer día de calor. El sol bañaba las paredes
de la casa. Así que busqué la mejor manera de pasar la tarde. Un té con limón
helado y un trocito de uno de mis postres preferidos: tiramisú. Y de
acompañamiento: Mansfield Park, la cuarta novela de Jane Austen. Una fantasía
hecha realidad.
El tiramisú es un postre de origen italiano, muy popular. Su
sabor y su textura son suaves y es ideal para tomar en verano ya que se sirve
frío. Su elaboración no es difícil, aunque sí, entretenida. No necesita de
muchos ingredientes, pero sí es importante que sean de calidad. Un buen café
expresso, un cacao puro, unos huevos frescos, un bizcocho casero y un
queso Mascarpone auténtico serán las claves para que el Tiramisú sea perfecto.
Hace tiempo busqué de donde había salido este postre. Es interesante
saber qué historias hay detrás de cualquier propuesta gastronómica, ya que, por
algún motivo, en algún momento, a alguien se le ocurrió la mezcla de ciertos ingredientes
que dieron como resultado una propuesta que ha perdurado hasta nuestros días. El
origen del Tiramisú es bastante incierto. Parece que la historia que tiene más
aceptación se remonta al siglo XX cuando en la ciudad de Treviso (Véneto) los
cocineros de los burdeles elaboraban un plato energético con efectos
afrodisíacos que recibía el nombre de “Te Tira su” y que parece ser que no solo
levantaba el ánimo. Tras el cierre de los burdeles en 1958, hay varios nombres que
reivindican la recuperación de este postre. Uno de ellos sería el restaurante
Le Beccherie de Treviso del que se dice que rescató y mejoró la receta de los
burdeles, hasta conseguir popularizar el postre que conocemos actualmente. La
realidad es que lo podemos encontrar en muchas cartas de restaurantes y hoteles
en todo el mundo.
Hay variantes, como mojar el bizcocho con una mezcla de café
y unas gotas de Amaretto. En mi caso, suelo no incorporar el licor. También se puede
presentar de diferentes maneras. En vasitos individuales o simplemente en porciones.
Y en cuanto a la decoración, hay quien lo sirve regado de un sirope de
chocolate negro o con unas virutas de chocolate blanco. Esta vez lo he
acompañado de unas chuches…y de un buen libro.
Mansfield Park nada tiene que ver con el Tiramisú, ni Italia, ni el cacao. Pero la combinación está siendo perfecta. Termino mi té y el último bocado de la tarta mientras estoy inmersa en los pensamientos de Fanny, la protagonista en la sombra de la novela: “Normalmente, sus mejores compañeros eran sus propios sentimientos y reflexiones; y contemplando la configuración del paisaje, los cambios de los caminos, la diferencia de las tierras, el estado de las cosechas, las casas, los ganados, los niños, encontraba una distracción que sólo habría podido ser mayor si hubiera podido hablar con Edmund de lo que sentía”.
Cierro el libro en el capítulo 9. Los rayos de sol ya caen,
el cielo empieza a ser anaranjado y la temperatura ha bajado un poco. Me quedo
con la sensación dulce de una combinación perfecta.
Decidme, ¿os gusta el Tiramisú? , ¿qué variante preferís? ¿conocíais
su historia?
by Marta Queralt
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